viernes, 30 de agosto de 2013

LA SIEGA: CUANDO HAY QUE TOMAR DECISIONES

La palabra siega, si señores: con S, la escuché por primera vez hace unos 9 o 10 años cuando leí el libro del Apocalipsis, el cual dice en su capìtulo 14, verso 15: "Y otro ángel salió del templo, clamando en alta voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar te es venida, porque la mies de la tierra está madura."
Me causó curiosidad el término y lo que espiritualmente conlleva. La siega se entiende como la actividad que tienen los campesinos en la cual, en una época o algunas épocas del año cuando los cultivos están maduros, se disponen a recoger los frutos de la cosecha. La siega se caracteriza porque se recoge lo bueno y se desecha lo malo. Lo malo es cortado y tirado al fuego, para eso sirve la hoz. En mi infancia y adolescencia ochentera, yo entendia que la hoz solo servia para la bandera soviética y para uno que otro pasquín proveniente de grupos de izquierda.

Ahora bien, siento en mi espiritu que con frecuencia es necesario pasar la podadora, la hoz en ciertas cosas de la vida que no me sirven. Yo me preguntaba, que estaba haciendo hace 10 años. Los ultimos 10 años se pasaron volando y si miro hacia atrás veo 
como muchas cosas debieron ser segadas, cortadas y quemadas para no vivir cosas que fueron dolorosas o molestas. De igual manera si en el momento actual y posteriormente, con frecuencia, no hago siega y corto y quemo lo que sé no me va a servir, pues con seguridad absoluta puedo afirmar que los próximos años serán igual o mucho peores.


Así que he decidido alistar la hoz, ponerle brillo y levantar el brazo derecho y sin compasión pasar la hoz para que la siega se haga de manera contundente y definitiva. Es el sentir de mi corazón. 



Las siegas son saludables, porque debemos crecer espiritualmente para lo único verdaderamente importante: El Siglo Venidero. 




Gracias una vez mas Señor Dios Vivo, por el dicernimiento, por las promesas y por tu bendita misericordia. GC

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